En la Biblia se hace referencia a revelaciones divinas producidas a través de sueños. Pero, no siempre los sueños tienen esa característica. Nuestro Señor dice: “de la abundancia del corazón habla la boca”. (Mateo 13:24). De esa enseñanza podemos deducir que: “de la abundancia del corazón soñamos lo que soñamos”. En otras palabras, los sueños son la realización alucinada de nuestros propios deseos inconscientes. Tenemos almacenadas, en nuestro hombre interior, cosas buenas y cosas malas. Desde el
Page 23